Un lugar que no puedo Olvidar...

Crecí en el estado de México, en un hermoso pueblo llamado Amecameca, pase la mejor etapa de mi vida en ese lugar, conocí a mis grandes amigos, esos amigos que no se pueden olvidar jamás, aun que el tiempo y la distancia nos separa cada día mas…







No puedo olvidar los caminos, las calles, su Iglesia, en donde cada Domingo a aunque con flojera tenia que ir a misa, el mercado, en donde solía comer cositas ricas, mi madre me decía que un día me iba a enfermar, pero a mí no me importaba mucho, ya que las delicias que me ofrecían valían la pena, si en ese lugar viví mis mejores años, en ese pueblo se quedaron todos mis recuerdos y mi corazón.



Sueño con el día que pueda regresar y ver a mi gente, pasar por mi antigua casa a un que yo se que las cosas no volverán a hacer igual, pero me gustaría poder respirar por un momento ese aire y sentirme de nuevo en casa, como extraño los paisajes, todo lo que significa ese lugar, no niego que en donde vivo se me ha tratado muy bien y agradezco tanto a los que me quieren pero no puedo sacar de mi corazón tantos recuerdos, tantas alegrías a pesar que ya han pasado largos años, solo me queda dar las gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de vivir en un hermoso lugar, de haber compartido con tanta gente maravillosa, mis mejores años fueron allá con ustedes en Amecameca. Y para despedirme que mejor que con este paisaje maravilloso.



Mis agradecimientos a mi gran amigo Francisco Jiménez por las hermosas fotos, que me llenaron de bellos recuerdos.